13 de noviembre de 2018

AUTODESTRUCCIÓN


La palabra que describe perfectamente cómo me siento, cómo me trato.
Casi parece que intento matar algo dentro de mi. O a mi misma.
¿Detenerse? Es lo lógico. Intento estar bien, porque así debería de ser. Debería esforzarme por estar bien, por cuidar mi cuerpo, mi mente, y mi alma. Pero es que hay tantas cosas que quiero, y no importa cuántas de ellas consiga, siempre, siempre habrá más que querer, que sienta que me falta mejorar, hacer o tener. A tomar por culo entonces. Más fácil sería no preocuparse por nada.

¿Vida larga? ¿Vida corta? En estos momentos que más da.

Me mato lentamente.
Me tiro a los vicios.
Me detesto a mi misma.
Me canso del día a día.
Me molesta la compañía.

Debería acostumbrarme a vivir con mi dolor. Entre más intento alejarlo más fuerte reaparece.

7 de noviembre de 2018

Perdón.


Te ofrezco mi más sincero perdón.  

Te he lastimado bastante.  No te he dado todo lo que hubieras merecido.
He hecho todo lo que he podido, cargando un sin fin de defectos, inseguridades y traumas. He vivido a como he podido. Y te he herido bastante en el camino.
Nadie me enseño como debía de cuidar de ti. Ni que podrías ser tan frágil.

Perdón, por tanta destrucción.
Perdón, por querer acabar con una parte de ti; de mi.
 Una lucha que empezó hace más de diez años. Una década en guerra continua. Ya basta. ¿Quiero parar?

Me duelen cuerpo y alma.

No comí en dos días y, hoy, me atasque a como pude. Mañana, no se que pase. Pero lo más probable es que me sienta gorda, me lo repita mil veces en la mente y vuelva a dejar de comer.
Hoy pese 56,900 kg. Tiene años de que no pesaba eso.
 Es mi sombra. La cruz que cargo.
Al verme en el espejo tan delgada me sentí tan pero tan bien. Mañana sin duda no será el caso. Y volveré a esa lucha eterna por intentar gustarte.

Me estoy ahogando en llanto.  Perdóname, por destruirte de esta forma.

No tienes idea de lo mucho que me hubiera gustado darte una vida sin ese problema. Perdón por haber sido tan débil de carácter y por no poder evitarlo.

A veces, aun pienso en el suicidio. Y es que te juro que yo he intentado luchar.  He probado mil cosas y mil lugares para hacerte sentir bien, pero no puedo. Por más optimista que me comporte, siempre, hay una fuerza que te jala hacia la melancolía. Al dolor eterno. 

Perdón por no poder aliviarlo.

De mi, para mi. 

18 de octubre de 2018

Ideal, mundo personal.

 Me enoja muchísimo pensar que nunca seré suficientemente buena para mi misma. Me enoja saber que no soy capaz de tomar mis propias decisiones y crear mis propios parámetros. Me enoja la falsa "libertad" en la que vivo. Incluso me enoja no encajar con el pensamiento promedio.

¿Por qué no puedo ir por la vida sin un título universitario?
¿Por qué mi cuerpo, por la maravilla que ya supone, no puede ser aceptado como "hermoso"?

Ya sé que, en lo "real", nada ni nadie me pide pensar o sentirme de esa forma. Es muy fácil andar por la vida diciendo cosas tipo:
    - Pero si no es necesario, hay gente éxitosa sin un título-
    - Ya basta de sentirte asi, si eres hermosa tal y como eres-

Pero en el mundo de ideas, en el mundo personal, puedes llegar a sentir la agresividad con lo que te lo imponen.
No, no es fácil simplemente aceptarlo. Pero estoy en esa lucha y sigo trabajando en ello.

Hoy estoy especialmente enojada por la segunda cuestión. Hoy, como en muchos días, desearía tanto olvidarme de la maldita obseción por mi físico. Es una lucha que vengo arrastrando desde hace más de lo que recuerdo.

En mis más grandes utopías imagino lo hermoso que podría ser ir por la calle, caminando con total seguridad, disfrutandote, sin siquiera pensar en el cómo luces. Imagino lo hermoso que podría ser disfrutar de los alimentos sin culpa. Incluso creo que , sin esa obsesión, sería mucho más fácil cuidar tu alimentación (ya después explicare mi argumento).

Me enoja, saber que situaciones externas tienen el suficiente poder sobre mi, como para influir en mi autopercepción,

Estoy triste. Incluso con ganas de autodestriurme un poco, no siempre conscientemente. Muy a menudo me descurbo autosaboteándome.

Ya basta de esta vida.




La Greco

15 de octubre de 2018

Echar raices.





Me corté el cabello hace un par de días. ¿Qué tanto habrá detrás de esa decisión? Una fuerte necesidad de cambio, una vez más. Quiero a una nueva yo. 

Hace apenas unos meses deje de vivir con mis papas. Decidí irme tras mi sueño:estudiar danza profesionalmente. Como no era posible realizarlo en mi ciudad tuve que mudarme a otra. Literalmente es una nueva vida.
Este cambio me hace querer renovarme completamente. Quiero cerrar ciclos y dejar ir todo lo que me enferma.  Aún me siento deprimida muy seguido. Incluso he llegado a preguntarme si hay algo realmente malo conmigo. Tengo tantas cosas buenas que no debería sentirme triste. Pero no quiero juzgar a mis sentimientos, existen y están por algo.

También quiero echar raices profundas.  En los últimos dos años he estado en tres universidades distintas, incluyendo la de ahora. Estoy cansada de no sentirme perteneciente a un lugar. Realmente espero encontrarlo acá.




La Greco